Margaritas para Margarita

La vida común es tan rutinaria que no tendría audiencia. Por eso es que no es tan al azar eso de entrar a un reality. Antes de entrar no solo pesa el tema de querer ser actor, o más bien famoso, incide, y bastante, el perfil psicológico de los aspirantes. Sin duda alguna, el comité que escoge a los participantes tiene un sicologo que hace todo lo contrario a lo que hacen en una empresa para reclutar personal. Es decir, en vez de descartar a los neuróticos, mal geniados, los que no sepan trabajar en grupo, nerviosos, etc, etc, etc, les abren la puerta,  porque solo así, juntado varias piezas en tensión podría generarse un programa de tv de dos horas "de la vida real"  y con raiting. Permanecer 24 horas con cámaras encima viendo lo que hace la gente en una rutina normal  no sería atractivo para nadie, ni siquiera para los productores. Por eso es necesario poner ahí personalidades que choquen, egos que compitan y de paso historias familiares tristes, que por obvias razones,

Todo este rollo de la columna de Azcárate - bastante grotesca y de mal gusto - ha desencadenado que se haya vuelto más famosa, al menos en nuestro país.  Lo mejor en estos casos, es que así como ella ha ignorado todo lo que se está diciendo sobre ella enviando twists sobre su viaje en París y agradeciendo por darte tanta importancia a lo que dice, de la misma manera se le ignore. No más seguidores para quien lanza arengas sobre el "ideal de belleza perfecta". Necesitamos gente con mejores ideas en los medios. Gente que pueda generar polémica para construir opinión de calidad. Tal vez, sea este, uno de los resultados de la facilidad de publicar en red, ahora cualquiera puede decir lo que se le antoje, olvidando la responsabilidad social que tiene todo aquel que ejerce influencia con su pluma. Lamento que muchas madres que tienen hijas e hijos enfrentados a la bulimia y a la anorexia hayan tenido que leer esa columna y que hayan tenido que explicarle a sus hijos que tan sol

Dicen por ahí que la CIA controla Twitter y  Facebook, que las grandes empresas de mercadeo observan tendencias y respuestas a través de las redes, que es cierto eso del Gran Hermano que todo lo observa, que en  el fondo no somos tan aleatorios en nuestras decisiones de vida y que hay piratas y muchos que se cuelgan de tus cuentas y te roban "tesoros" de identidad. La semana pasada experimenté algo parecido a eso, cuando mi cuenta de Twitter empezó a hablar sola. Comenzó primero como un spam enviando mensajes a mis contactos diciéndoles "este usuario ha hecho un comentario malintencionado sobre ti",  redireccionando a un virus o algo así,  y luego, comenzó a enviar mensajes sobre "he usado tal medicamento para adelgazar" y publicidad variada. Entré en pánico y borré la cuenta, perdí "seguidores" y algo de información. La experiencia fue bastante extraña, se siente realmente mal que no puedas controlarlo y no saber quién habla por ti,  o que,