No me pregunten por mi vida amorosa
Ya saben que de vez en cuando me veo acorralada en conversaciones un tanto extrañas que giran alrededor de la pregunta - elegante - ¿Cómo está tu vida amorosa? - eso en palabras menos amables, es: "bueno, porqué no te has casado?". La gente te pregunta y no importa lo que digas, siempre tu tienes la culpa: " eso es porque eres muy exigente", " eso es porque eres muy complicada", " eso es porque no tienes la actitud correcta", " eso es porque no sales tanto". A todo esto le sigue una lista detallada de cómo cambiar de look, volverse, tal vez, más coqueto, más sexy, mostrar un poco más, renovar el peinado, cambiarse de gafas, tal vez, hablar más pausado, asumir otras normas de protocolo. No intimidar a tu interlocutor o parecer demasiado mandón. Dentro del marco teórico hay toda clase de posturas contradictorias, por un lado están los que te dicen: " hay que buscar, hay que estar atentos" y por el otro lado los que afirman...