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Mostrando entradas de 2015

Los amigos invisibles....

R, K,B y A me han dicho casi en el mismo tono:  " Quiero ser sólo tu amigo". Para R, la respuesta, como dicen los españoles, fue borde, dije de forma tajante: "Yo no necesito más amigos". R dijo que me parecía a Sheldon Cooper, alimentando una manía de estar alejada y sola.  Un poco neurótica, tal vez, pero para mi, eso es ser clara y responsable con lo que necesito. En ese momento R y yo estábamos enredados en esas cosas raras que nadie sabe qué son, pero que son fuertes y fluyen naturalmente. Al final, R no sabía como salirse del asunto, así que propuso este cuento de la amistad. A los demás, K, B y A, no les dije nada, sólo me fui, sin mediar palabra.  Lo que ellos no saben es que estuve poco menos de 9 años enganchada por mail con un hombre invisible. De esas cosas que uno se inventa y le pone nombre de  "relación a distancia". No me di cuenta a qué hora pasó tanto tiempo, y no me fijé en qué momento la fantasía me tragó y me pasó por delante a algui

La niña no puede soltarse el cabello

"Nunca he llevado el cabello suelto a mi colegio" de esta forma, una participante de escasos 10 años contó,   en el conversatorio sobre los estereotipos alrededor del cabello rizado* ,  la situación que vive en su colegio porque sus compañeros le dicen que tiene el pelo malo, de estropajo, feo, que tiene un paraco, que se peine. Su mamá la llevó a la charla para que conociera otras experiencias, para que pudiera incorporar en su lenguaje la palabra aceptación y cómo enfrentar, con su propia autoestima y poder, las burlas.  Me pregunto, si los docentes ya tomaron cartas en el asunto.  Me pregunto si vendría bien un taller frente al espejo y que pudieran entre todos esos compañeros reconocerse en la diferencia, a veces, sólo falta hablar del tema y expresar. No es un tema fácil, si la profesora del curso piensa igual a quienes le dicen que su cabello es inadecuado. Si ella le exige que vaya con el cabello amarrado, con bincha y pegado con gel, si ella le ve un pelito le

Un shower para solteras

Estoy organizando dos eventos, un conversatorio sobre el cabello rizado con varias amigas. Les estaré informando día, hora y temáticas a tratar y un shower para solteras.  Pensando en mi apartamento nuevo, he mirado en el protocolo de eventos y no encuentro nada parecido. Todo es para gente que se casa o tiene hijos. Los solteros, tímidamente organizan un "open house", pero no ponen lista de regalos en ningún almacén o mandan invitaciones para lluvia de sobres ¿por qué no? Entiendo que es una tradición ancestral reunirse alrededor de la pareja que recién forma un hogar para apoyarles en su decisión dentro de la comunidad donde viven, pero ante el cambio en las dinámicas familiares, sería interesante que también cambiaran un poco nuestros rituales de paso.  Ejemplos:  1. Lista de regalos para solteros 2. Matrimonios con ramo de flores para todas las solteras, sin necesidad de tener que brincar por nada (a los hombres les toca lo sexy y a las chicas lo "di

No robaras

En el colegio de monjas donde estudié habîa un letrero en el baño que decía "Dios te ve". La frase podrîa ser lapidaria tratandose de la privacidad en un baño, pero explicaba que hasta en los actos más naturales de la especie humana, ese Dios inquisidor de la tradición judeo cristiana te mira sentada en el inodoro.  Ahora bien, si revisamos la hoja de vida de la mayoría de nuestros políticos en curso, salta a la vista que la mayoría, a parte de estudiar en costosos centros de enseñanza, profesan una religión tradicional. Podría ser un estudio de caso. Llama la atención que, pese a crecer con culpa enraizada hasta en el baño, pueden llegar a violar, sin pudor alguno, el mandamiento no robaras . La mayoría desde la cabeza, hasta los mandos medios reparte el dinero del erario público sin mayor recato para sus fines personales.  Los ciudadanos de a pie en el conformismo que nos caracteriza propio de " dios proveerá" simplemente decimos "bueno vamos a votar

Formas de pagar una cuenta en una cita, feminismo y el reto de "darlo".

Siete opciones para pagar la cuenta durante una cita:  1. Dice mi amigo, quien es como un Homero Simpson, pero costeño, que hace poco se encontró a dos bollos (mujer bonita, pero también es una comida) limpios. Homero hacía referencia a mujeres bellas que no tenían dinero cuando salieron con él de rumba y que en sus palabras  "le dieron muela" (dar muela: que alguien pague por ti) dice que está mamado de la supuesta independencia de algunas mujeres que ha conocido aquí,  que dicen ser feministas,  pero salen a rumbear con lo del taxi nada más (sólo se asegura el transporte, en caso de que la cita resulte mal) Al final se frustró porque gastó y según él "ninguna se lo aflojó" ( ninguna se acostó con él) 2. A quedó en Creps para un helado con una ex-novia que ahora era una vieja amiga y una completa desconocida.  Cuando terminó la cita la cuenta dió 15 mil pesos. El pensó en pagar porque le parecía chevere hacerlo, pero antes que su mano actuara para sacar el dine

La batalla que nadie quiere dar

Me fui a la Batalla de Flores de la 44.  No está nada mal. El año pasado me fui a ver camiones a la Vía 40 y este año decidí cambiar el marco. Pagué 5 mil pesos por una silla y vi un espectáculo muy bacano que con más civismo y control policial, podría resultar más vistoso que ver a "los famosos" del país brincando al ritmo de "está espelucá" (creo que en un día puede sonar más de 25 veces) Se necesita más apoyo en la 44 para que el público no invada la calle y deje a los bailarines sin espacio. Se necesita más formación de público, porque no sabemos ver un espectáculo en orden – sin ser aburridos – y dejando que cada quien disfrute del show de los bailarines.  Me emocioné mucho al ver a los Cumbiamberitos de San José, se les echaba de menos. Hubo de verdad  mucha danza caribe y bailarines comprometidos con la causa, con vestidos maravillosos, buenas coreografías, emoción en las venas, sonrisas al público, impecables, dejando su compromiso con los asistente

Un muñeco de nieve en el Caribe...

A mi esto de la navidad se me da mal. No entiendo bien esto de tener un muñeco de nieve en una ciudad del Caribe con 25 grados, tampoco porqué salimos como locos a gastar dinero que no tenemos y porqué hay un árbol de pino en donde se da bien la papaya. Nos falta una navidad caribeña, una navidad que represente nuestra realidad y no sea un modelo importado. Por eso la tomo con distancia, un poco espulgando lo que más me gusta, que sin duda es la comida dulce y los momentos en familia. Para todo lo demás, está Master Card, y yo paso.   Este año pido de deseo no saber tantas cosas sobre James Rodriguez, a cambio deseo conocer quién es mi vecina de al lado.  Deseo que los comentaristas deportivos dejen el complejo de inferioridad patriótico y dejen de informar lo que dijo o no dijo el técnico sobre él, si fue al baño o si se lesionó. En realidad eso es lo que menos importa, mientras nos matamos por la religión que nadie entiende. ¿Puede la gente religiosa sanar sus miedos sin dañ