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Mostrando entradas de 2023

¿Por qué diciembre es triste?

Seguramente te haz pasado todo el año dando regalos materiales o espirituales como tiempo o cuidados; sin embargo, llegó diciembre, no tienes plata y te derrumbas por “no poder” suplir la demanda social de comprar y regalar muchas cosas.  También, llegó diciembre y empiezan los "balances" y listas de chequeo, como si la vida fuera solo pendientes por hacer.  Se acumulan los pesares: no hice aquello, no hice lo otro. Mucha gente se deprime en diciembre, la nostalgia se apodera de los árboles navideños y dejamos de vivir el presente.  Siempre me ha parecido que diciembre es una temporada muy comercial. El sentido de la fecha religiosa se pierde y el ego se asoma señalando que "faltó tiempo", "que no somos suficientes", "qué deberíamos estar en otro lugar". Hay muchas cosas que tienen que ver con el marketing:   todo debe pasar en diciembre: "Amar y ojalá con muchos regalos",  "viajar y ojalá a un destino caro".   A todos nos pas

Estoy en la mitad del camino.

Faltan seis meses para que todo el tratamiento termine. La primera etapa, "la más difícil", hizo el transito por mi cuerpo y mi alma y una parte de mi se quedó ahí, pedazos. Se quedaron,  el cabello, el seno derecho, dolor, abrazos, expectativas y esperanzas por lo que viene. Se quedaron también personas que decidieron salir de mi vida justo en medio del tratamiento. Me permití soltar y entender un poco más lo que significa el camino de la enfermedad en la vida de alguien y que no todo es como en las películas. No estoy segura aún si todo lleva un propósito, pero si estoy convencida que hay muchos  aprendizajes en todo lo que vives. A veces te ponen la lección muchas veces y no terminas de hacer la tarea. A veces no puedes ver lo que toca hacer. Cada camino es distinto.  Aprendí mucho de mi fuerza vital, de las cosas que estoy dispuesta hacer, aprendí a confiar, a mirarme más.  También aprendí mucho sobre Dios y el tema de la religión. No puedo entender a un Dios castigador q

La escritura como parte de la sanación: Entrevista

Cada mañana escribo lo primero que viene a mi cabeza en una libreta que tengo cerca a mi cama. Las notas que apilo durante el día las anoto en el celular e intento cada noche también dejar algunas líneas. Escribir para mi ha sido siempre una manera de trazar muchos caminos. Me ayuda, me alivia, rebaja mi dolor.  Les comparto esta entrevista que tuve en Uninorte FM Estéreo a propósito del día internacional de la prevención del cáncer de mama (octubre 19)  y en donde, particularmente, me refiero el proceso creativo como parte de la sanación. Creo que ningún proceso alternativo puede reemplazar la terapia sicológica consciente y constante, sin embargo, ayuda mucho a liberar mucha tensión, a ponerle orden a la cabeza (si esto se puede algún día) y sobre todo te muestra el arraigo que tenemos a ciertas ideas.

Lo que se va y lo que se queda

Estaba viendo fijamente el balanceo de las olas. No hay un cauce preciso, no siguen un patrón como las gaviotas y se pintan blancas sobre el agua tan fugaces, tan repentinas.  Se revuelcan y se convierten en montañas y cuando caen se llegan a parecer a un rio. No soy supersticiosa, pero unos días antes de mi diagnóstico soñé con un fuerte maremoto que arrasaba con todo ¿es posible que me pusieran en aviso? Por los días en que las olas te revuelcan y pierdes la estabilidad, tus pies se despegan de la arena y todo es movimiento. El cuerpo se escurre dentro del agua y piensas  ¿qué tan lejos estaré de la orilla?  Quedas bajo el agua y ella misma te expulsa hacia arriba. Hasta los mejores nadadores sienten miedo cuando quedan a merced del mar sin faro, recio y torpe a la vez.  En ese momento las olas se llevan mucho de ti, te dejan algunas cosas para no perder la fe, un poco de voluntad para que sigas nadando y te restriega de sal para limpiar.  Luego de las 15 sesiones de radioterapia la

Primavera

El pequeño limonario perdió todas sus hojas. Pensé que no las volvería a ver, cómo cuando se fue mi afro. En ese momento perdí la esperanza de volver a sentirlos en mi cabeza.   Por estos días, al tiempo que mi cabello empezó a asomarse de nuevo, el limonario también comenzó a florecer. La alegría va en aumento con sus sus flores blancas, hojas nuevas y brillantes y un olor intenso a un suave jazmín.  Su tallo tiene pequeños botones, que anuncian la posición de nuevos retoños. Así anda mi cabeza en estos días; y para todos los efectos, es ya primavera, aunque viva en un país en donde no hay estaciones. Es bonito hablar de transformaciones cuando la naturaleza te va mostrando su poderío.  Hace ya un tiempo que el tumor desapareció de mi cuerpo. Tuve una respuesta completa a la quimioterapia, y no queda rastro alguno de lo que algún día fue el carcinoma. Sin embargo, el tratamiento debe seguir todas sus etapas: radio e inmonuterapia. A la radio, la he bautizado "cámara de bronceo&q

y llegó el implante....piel: recuerda ser valiente

El quirófano es ese lugar lleno de ausencia, frio en esencia, en donde alguien que no conoces bien, meterá las manos en tu cuerpo.  El médico uno te duerme, te desconecta por completo del momento presente, te derrumba y sueñas sin recuerdo alguno y despiertas al día siguiente: "operada". Los demás esperan el sueño sin dolor para hacer su trabajo. En este caso, dos médicos - primero un mastólogo  y luego una cirujana plástica reconstructiva - se vuelven dueños de tu cuerpo por unas horas, toman decisiones sobre tu existencia y sólo puedes entregarte a ese momento sin vacilar. Por eso pienso que si bien cientos de estudiantes de medicina se titulan, no todos pueden ejercer, porque después de todo lo que vivido, debo decir que  ser  un buen médico es un don. He tenido la fortuna de contar con los mejores.  Llegó el implante, en el espacio vacío se impuso una nueva estética inesperada, intrusa. No es mi seno natural, pero esa herida de guerra también indica que estoy más cerca d

Despedir a una parte de mi cuerpo o ritual de agradecimiento...

 A veces damos las cosas por hechas, como si andar por la vida fuera no fuera extraordinario, y no nos fijamos en los detalles que tejen un mapa de puntos llenos de favores, alianzas, pactos universales que no sabemos cómo se dan. Dejamos de ver esos puntos y solo damos la gracias cuando compramos algo.  Agradecer lo volvemos transaccional.  En estos días de reflexión, he realizado un ritual de agradecimiento por todo lo que tengo. No le llamo "agradecer las pequeñas cosas" porque siento, que n ada puede ser diminuto si nos da de comer y nos ayuda a respirar, a andar y a lograr lo que queremos.  Ha resultado muy nutritivo para el alma dar las gracias . Un día cerré los ojos y pensé en la cadena de ángeles que se juntaron a mi alrededor cuando me dieron el diagnóstico: enfermeras que agilizaban un trámite, personas que en una fila te dan un turno, una sonrisa en una sala de espera, regalos que no esperabas, mensajes de amigos que no veo hace años , oraciones de personas que n

Terminaron las quimio...nuevo destino: la cirugía.

Recuerdo que cuando terminé la primera sesión de quimio le dije a mi mamá: "no quiero volver ".  Mi mamá me abrazó y dijo: "lo siento, tienes que seguir, eres fuerte,  vas a poder".  Por eso, cuando llegó la fecha de la última sesión pasé días emocionada y no pude parar de llorar. También sentí miedo: ¿volverá? Después de esa primera quimio,  estaba desesperada con dolor en las piernas, náuseas y cero apetito.  Estaba sentada frente al mar con ganas de huir y me concentré en mirar las olas. Veía como van y vienen como si tuvieran un ritmo interno. El sonido, la sensación de la filigrana de la arena, me calma, me hace volver a sentir el día. En ese instante sabía que como una ola, debía regresar.  La oncología moderna hace todo lo posible para que los pacientes con cáncer tengamos los menores efectos secundarios derivados de la medicación.   Los "pre" hacen la magia, así que antes de colocarte la primera bolsa (mi quimio fue intravenosa) en mi caso, recibía

Locuras que te dicen cuando tienes cáncer...

El viaje que estoy atravesando está lleno de subidas y bajadas. Eso incluye todo tipo de experiencias que ponen a prueba tu paciencia. Siento que debemos ser más compasivos, con nosotros mismos y con los demás y regalarnos silencios.  Cuando eres diagnosticado experimentas mucho miedo, el miedo es inherente a los cambios y hace parte del proceso, puede ser doloroso, incómodo. Transitas el dolor con miedo, no sabes si llorar, si gritar o simplemente callar.  No ayuda para nada cuando recibes comentarios negativos sobre el tratamiento. Es complejo, nadie puede ponerse en tus zapatos. Este es un listado de algunas ideas muy locas que escuchas: Eso te pasó porque necesitas acercarte más a Dios, o estabas alejada de Dios o Dios necesita darte un mensaje.  R/ ¿cómo sabes que estoy alejada de Dios, porque no voy a misa o asisto a un grupo? ¿Sabías que hay devotos con cáncer? tenemos tan interiorizado esto del castigo que no podemos ver a Dios más allá de los rituales. Yo he sentido a Dios en

Salir a la calle con la calva....

Las tazas se rompen, los hijos nos vamos, hay divorcios, rupturas, partidas, gente que se va sin despedirse, la muerte acecha, las ventanas se rompen, por eso cuando el cabello empezó a despedirse pude sentir, que pese a que gran parte de lo que nos pasa es irreversible,  perderlo,  será una de esas cosas que no sería permanente y que volverá a mi cuando mi cuerpo deje de pelear con el coctel de medicamentos.  Ha sido toda una aventura interna y externa, porque de cara al mundo, la calva parece estar reservada solo para los hombres. Una mujer calva, es foco de muchas miradas y en estos días, sí que lo he percibido.  He salido a la calle sin turbante, ni peluca, porque hace mucho calor, y entre que debo usar el tababoca, todo se vuelve un lio, y bueno, porque puedo y quiero (como dice un amigo español) . Cuando tomé la decisión de usar mi afro, sabía que en una ciudad tan conservadora,  tendría que lidiar con ciertas miradas y comentarios.  Aprendí a caminar erguida en medio de la cr

Carta al amor (Ejercicio 2 de la película Belleza inesperada)

Sueles venir en distintas presentaciones, a veces pareces permanente, otras veces pasajero y en la mayoría de los casos sueles ser el hilo que une lazos rotos por la impaciencia o la rabia.  Confío en ti plenamente, en la capacidad que tienes de restaurar grietas que el tiempo no logra zanjar ¿Eres más poderoso que el tiempo? quizá, al menos puedes tener la forma de una persona, los ojos de mi sobrina o su abrazo menudito diciendo que me ama, si, cuando te vuelves verbo te instauras en el corazón o en el estómago o en unas piernas temblorosas, empiezas a tener olor, texturas de piel, dejas de ser una palabra y te arraigas.Si, también eres ese latido que no cesa y parece atrapado en el pecho. Me gusta pensar que has estado, inclusive cuando te he puesto  el "des" delante, también que permaneces  los días de vértigo y  debilidad . Que has estado de pie cuando este diagnóstico inesperado se asomó en mi calendario y que insistes en que no me rinda al miedo porque tú lo cubres t

Carta el tiempo (ejercicio de la película Belleza Inesperada)

Tiempo:  Ahora tengo más urgencia de vivir y por eso se me hacen injustas  todas esas horas sentada en las sesiones de quimioterapia. Pareces detenerte en esas cinco o seis horas. Veo el gotero de los sueros caer de manera escasa. No me rindo,  y aprovecho para meditar,  escuchar podcast, ver  series, hablar con mi tía y mi mamá , leer, pintar mandalas, chatear , dormir, ir al baño muchas veces por la cantidad de líquido que entra por mis venas. Lo más difícil de todo esto es mantener la mente en alta vibración . No todo es en estado zen, y no tendría por qué serlo. Experimento en un día muchas emociones juntas y diversas y me estoy dando la licencia de sentirlas todas.  Recibo regalos, amigas bellas me envían almuerzos o meriendas que no solo es comida, es amor.  He recibido libretas maravillosas para escribir diarios, flores adornadas especialmente para mi con dulzura. Me llegó un libro de mandalas y hasta agua de coco desde Australia a través de una amiga  que vive allá y  que b

Dos embarazos y un renacer...

Es increíble como la vida se abre paso. Crecen flores diminutas e imperceptibles en medio de la maleza, el smog, el ruido, piedras y pisadas en la calle.   Para los mismos meses en que yo estaba en este rollo del diagnóstico,  mis dos hermanas anunciaban sus embarazos . Sus tiempos de espera son casi los mismos, y yo estaré cerrando mi ciclo de sanación casi que en sus mismas fechas de parto.  No saben lo maravilloso que ha sido en medio del caos tocar el vientre de mis hermanas , asistir a las ecografías, escuchar los latidos  y hablarles. Les estoy contando que estoy luchando por conocerles y que cada vez que siento un malestar del tratamiento, ellos son las flores de la maleza, que tampoco es tan mala. En medio de esa maraña suelen brotar colores espontáneos . Para las personas supersticiosas o que saben de bio-descodificación o terapias alternativas , esto puede tener muchos significados en el subconsciente. Así que he tenido que enfrentar una variedad de recomendaciones para limpi

Enfrentar el diágnóstico negativo, los pronósticos positivos...

Todo pasó muy rápido. A comienzos de febrero de 2023  - de manera milagrosa - porque esto suele ser muy silencioso.  Empecé a sentir mucho dolor en el seno derecho. Pensé que estaba inflamada por un tema hormonal, que me había golpeado en el gimnasio, que había hecho alguna postura mal en la clases de Yoga. Mi cuerpo estaba hablando de manera contundente: algo no estaba bien. La piel se sentía rígida, el pezón estaba contraído y sentía mucho calor.  Pensé: fuí afortunada al sentir ese dolor. He sido muy diligente con mis visitas a la ginecóloga. Cada año, sin falta, hago mis controles y mi fecha de control era octubre de 2023. Sin embargo, con este dolor,  adelanté la cita.    A partir de ahí, todo derivó en ecografías, mamografías, citas médicas, pruebas y más pruebas, biopsias y un diagnóstico de cáncer de mama triple positivo estado III.   En tres semanas mi vida cambió, un viaje a Europa quedó pospuesto, una lista de planes en suspenso y mi vida en este año tendrá por escenario u

Es Otoño y me despedí de mi cabello...

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A esta época de mi vida la he llamado Otoño . En esta estación las hojas caen, los árboles se despojan y en el piso de forman tapetes que abren pequeños caminos. Las ramas desnudas dejan ver su vulnerabilidad, un estado de indefensión ante la brisa, el calor, parece debilidad, pero es una gran transformación. Por vanidad, nunca me imaginé "salir desnuda", sin mis rizos definidos, sin volumen, " sin perfección". Me hice estudios fotográficos mostrando mis rizos , he estado  liderando eventos y  redes de trabajo sobre el tema de la discriminación alrededor del cabello afro en @yoamomisrizos.  Mi pelo, es mi identidad, o así, hasta ahora, lo había entendido.  Una vez conversaba con Lauren @labolaepelo sobre el tema y le decía: "Amo mi volumen, que se alboroten, qué se vean gigantes, no me atrevo a salir así no más".  Eso nos pasa a muchas rizadas,  y aquí estoy, enfrentado a un cáncer de mama tipo  III - con un excelente pronóstico de sanación - y había que

Tres días de sol en Chiloe - Chile. (Viaje de 2019)

El pájaro amarillo coqueteaba por una foto acostumbrado al obturador de los turistas.  El silencio es nutrido por el viento que hace que las hojas de los arboles mas altos aplaudan, y por las olas que se chocan con las colosales piedras que son el hogar de pequeños lobos marinos y garzas. Hay una garza que serpentea, planea y elige su ruta hacia el mar.  Estoy en un puente hacia el cielo, parece que vamos a saltar. Pero eso solo lo hacen las almas que mueren pidiendo permiso a los dioses para tomar una barca al infinito. Hay una leyenda para explicar lo que sucede, es la narrativa de la isla.  La cosmogonía nos mueve hacia la poesía de lo sagrado y lo no terrenal. Ha sido uno de esos viajes en los que sientes que algo interno se transforma: dejas fe y algo de esperanza en regresar. En el camino conocimos a Elisa y a Eva Luna,  una niña como los cuentos de Isabel Allende, todo parecía narrado. Amar la lluvia y describir un día lluvioso como un día bello y milagroso.  Me di