Margaritas para Margarita

¡Me bloqueaste, nunca veo nada nuevo en tu muro! me gritó un tarde de mayo cuando nos encontramos en ese frío pasillo. Le dije calmadamente: " bueno, la verdad es que no pongo muchas cosas en mi muro, si lo ves igual es porque así ha estado por meses". No me creyeron. En vano fueron mis explicaciones sobre por qué yo, una humilde mortal tendría un motivo para bloquearle las "super estupendas" actualizaciones en mi muro.  Nunca más habló conmigo. Suele pasar, el Facebook, creado para acrecentar el morbo de los humanos y que, a final de cuentas, es un negocio de pocos, se presta para muchas confusiones, entonces no actualizar con frecuencia tu muro, parecería un bloqueo sospechosamente elaborado.  Pero parece que actualizarlo mucho también; ya se lanzan análisis sicológicos sobre el tema: "dime que FB tienes y te diré quien eres", entonces si pones demasiadas cosas: estas sopreexpuesto, te sientes solo, no tienes más nada que hacer, tienes un super ego, e...

Ayer alguien me habló de lo que pasa cuando tienes expectativas muy altas sobre alguien o sobre algo. Pasa cuando generalmente ponemos atributos y adjetivos a situaciones realmente sencillas y esperamos, en un acto de creación inerte,  que sucedan cosas que están en nuestra película, muy particular, muy propia, ajena totalmente a lo que se llama realidad. Entonces, es ahí cuando mis amigos esperan a su Barbie y no la encuentran, porque las mujeres de carne y hueso, reales, mortales,  estamos lejos de ese estereotipo de esa mujer que habita en los comerciales y en las revistas que dicen ser para hombres....y es ahí, cuando esperamos a ese supuesto príncipe azul que te han pintado tan perverso, digo, tan perfecto....que te salva con un beso, te despierta de un largo sueño, de devuelve la vida, te saca de la inmunda, te da todo lo que necesitas. A veces toca hablar de imperfección que se construye con el principio de realidad..de las lagañas, del moco, de los pedos, de la ri...