Si, es una ciudad superficial
Dice mucho de nosotros que la invitada de honor a la celebración de los 200 años de la ciudad sea una actriz, que no vive aquí. Preocupante que se le hiciera tanta prensa y poco o nada, se dijera de lo que realmente somos, que nadie se acordó de los lideres comunitarios, escritores, de los científicos y académicos de las universidades locales.
Lo acepto, a todo el mundo no se le puede dar gusto..siempre se va a quedar gente por fuera, pero, ¿por qué los mismos? ¿Por qué siempre somos tan fiel al cliché que versa que somos farándula y nos creemos Miami?
Yo si apelo a la austeridad con este tema de la celebración, creo que esa platica hubiese servido para lo siguiente:
1. Terminar todas las obras de infraestructura que están inconclusas
2. Organizar el sistema de transporte público, ¿qué tan difícil será tener unos benditos paraderos para todos los buses? eso ya está inventado!!
3. Transmetro (un muerto viviente)
4. Ciclorutas
5. Al menos 4 mega bibliotecas
6. Colegios distritales con la mejor infraestructura humana y técnica
7. Campañas al estilo Mockus de cultura ciudadana
8. Parques, muchos parques
9. Avenidas anchas para caminar
10. Un POT decente para que una bomba de gasolina no quede al lado de una iglesia y un bar al lado de una clínica.
En fin, para tantas cosas. La alcaldesa, en un acto de originalidad, pudo haber celebrado con una copa de vino y más bien ponerle fecha a todo lo que tiene pendiente. Esta ciudad es un caos, no es la capital del TLC, tampoco florece para todos y tampoco es la capital de la cultura: nos falta demasiado para eso.
El título de "el mejor vividero del mundo" lo obtuvimos en otro momento.....debemos superarlo y dejar de vivir de cifras y frases publicitarias. Según cuentan eso lo dijo García Marquez en una época de parranda, tertulia, cerveza y literatura...ya pasó. Hoy en día, ni él ha regresado por aquí, Sofía Vergara vino porque le tocaba y Shakira manda a sus papás en representación.
Nos gusta engañarnos invitando a actrices, diseñadores y deportistas como hijos ilustres para disfrazar lo que somos...de eso vivimos de una superficialidad que asusta. Una ciudad que le come cuento a la palmeras, a los centros comerciales, a los casinos, a los hoteles y a los bares, que descuida el patrimonio, lo ambiental y se dedica a mostrar cifras de progreso y futuro como capital inversionista. Si, somos superficiales.
No pudiste decirlo mejor.
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