Cómo sobrevivir en La Troja

En La Troja se pasa bueno. Se baila, se suda bailando, se ríe a carcajadas y uno encuentra ademanes y desmanes que en ningún otro bailadero en la ciudad es posible ver. La calle, la buena salsa, el trueque de locura no se discuten, pero a La Troja hay que ir con un manual de supervivencia, especialmente si eres mujer...(este tema lo discutiré en otro post)

Aquí van mis tips para pasarla bueno:

1. Evita el contacto visual: en La Troja el casting es bastante diverso. El panorama, lo integran en su gran mayoría, (aquí sólo me referiré al casting masculino)  adultos mayores, con barriga cervecera,  borrachos, que bailan solos, pero que de repente, se les da por buscar pareja. Bailar con borrachos desconocidos no es buena idea, así que lo mejor es poner la mirada en distintos puntos y cerrar los ojos, mientras se tararea una canción o se baila. 

2. Evita ir bonita, sexy o muy arreglada: "no vayas bonita a la troja"...parece una contradicción, en esta ciudad dedicada a los postizos, pero es quizás, una de las cosas más interesantes de La Troja, es que  se puede uno vestir de cualquier modo, sin embargo, creo allí que no aplica esto de vestirse sexy o "vestirse para matar".  Para pasarla bien es mejor ir de jeans, camiseta y zapato bajito. Poco maquillaje, bolso cruzado y nada que llame la atención. Nada que revele demasiado, porque los señores de " la barriga cervecera" se ponen realmente pesados y se daña la noche.

3. Ir en combo: en La Troja se pasa bueno cuando se va con los amigos, cuando el parche se integra, se enreda y se deja llevar por el ambiente. El combo permite bailar en confianza y enloquecer con seguridad y eso es un imperativo en La Troja. Ir sola, es un rollo, especialmente porque esta ciudad está poco  o nada preparada para ver a mujeres divertirse sin la compañía masculina, así que si, dentro del combo hay presencia de testosterona, la situación cambia drásticamente.  Haga la prueba, no importa que el amigo sea gay. El machismo da para todo. Ejemplo: cuando busco un todero que me ayude con algunos arreglos en mi casa, si estoy sola, cobra  más caro, llega tarde y me enreda con términos de albañilería. Cuando llamo a mis tíos y a mis primos la  situación se transforma, hablan distinto, hablan con respeto y no se están con rodeos. Tristemente, así es y eso mismo pasa en La Troja. 

La recomendación más precisa es ir a abierto a todo lo que pueda pasar. Es un sitio impredecible y distinto a todo lo que hay en la ciudad. Se baila sin prevenciones, casi que sin vergüenza, pudor o envidias. En la Troja hay que renunciar a hablar  y a ser escuchados, porque la música está a un volumen muy alto, entonces así, sólo la salsa es el único canal de comunicación, algo de brisa, un poco de son, hombros con ritmo, manos inquietas, dejarse llevar por el momento y sobrevivir bailando.

Pd/ este post salió de una charla con mis amigas Haily, Sandra y Mony!..bailarinas! 

Comentarios

  1. Me encanta...jajajaja, nunca fui a la troja, pero realmente con este escrito, me pude imaginar a la perfeccion.

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  2. esa troja me suena espectacular... que pesar que me lo perdí la vez pasada. Espero que haya otra oportunidad muy pronto, ya estoy preparando mi barriga para no desentonar!!

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