No todos los hombres son iguales

Claro que hay hombres buenos. No soy partidaria de este lapidaria frase de la bandera ultrafeminista que los tacha a todos de irresponsables e insensibles.  Los metemos en el mismo cajón, especialmente cuando salimos de una tusa o escuchamos historias de padres abandonicos  o de dolorosas infidelidades. 

Siempre escuchamos la historia del hombre que no pagó la cuota alimentaria, aquel que un día dijo que iba por leche y no regresó,  o aquel que tenía dos mujeres. Nos muestran la bondad masculina como una rareza, como una excepción y se les niega el papel inclusive en la crianza de los hijos cuando, por ejemplo, se decide ser madre soltera alegando que  “padre puede ser cualquiera”.  Ver el post "ten un hijo de cualquiera". 

Un día pensé en la lista de hombres buenos que conozco y es larga. Tendré que empezar por mi padre, porque la verdad, el poco tiempo que lo conocí fue un bacan. Luego de su muerte,  quedan ya pocas imágenes en mi memoria, pero lo recuerdo, nada perfecto, pero era un tipo generoso, abierto,  con un sentido del humor agudo y lector patológico.  Después debo listar a mis tíos, a mis primos, a mis amigos y a algunas de mis parejas. 

Algunos de estos últimos se marcharon por sufrir de “confusión” o simplemente no están disponibles, pero viéndolos en detalle son seres valiosos de quienes aprendí sobre mi misma.  A veces se van por miedo o por falta de honestidad frente a sus propios sentimientos, pero en definitiva son buenos tipos. 

De los hombres me encanta su practicidad y la capacidad que tienen de ver la vida con poco drama.  También que pueden separar con más facilidad el amor del sexo,  (esto tiene que ser bueno) pocas veces se complican con la ropa y además pueden concentrarse en un solo tema a la vez. Eso tiene también muchas ventajas.

A veces es bueno ver la vida así, con menos enredo y algo más de simplicidad. Mientras yo hago novelas en mi cabeza rápidamente (esto no es por ser mujer, esto es por crecer teniendo de niñera al tv)  los hombres sólo piensan en los hechos reales. El momento, lo que hay, 1+1. 

Conozco padres estupendos, amigos y compañeros de trabajo honestos, dulces. Que dan lugar a sus compañeras y a sus hijos. También conozco a quienes hacen trabajos espirituales muy fuertes, líderes. Lo masculino haciendo bien, reforzando vínculos, abriendo caminos. 

A veces los borramos. Ante la primera mala experiencia con una pareja decimos “todos los hombres son iguales”. Se les mete a todos en el mismo saco y se desconoce la grandeza de lo masculino como la otra fuerza que también mueve el mundo. 

Como mujeres en muchas culturas se vive un machismo denigrante y devastador. Culturalmente hemos ganado luchas al respecto y todavía estamos en mora de reconstruimos como mujeres. Me gustaría que toda ese poder que hemos ido ganando, mucho o poco, se haga reconociendo el papel que tienen los buenos hombres en cualquier esfera de la sociedad.

Tendemos a no quitarnos la mirada del oprimido y  a victimizarnos cuando nos encontramos con parejas con las que hemos tenido que experimentar sufrimiento. Uno atrae a cierto tipo de persona, para aprender, para entenderse, para crecer.  Desde ese punto de vista, estoy abierta a seguir encontrando buenos hombres, de esos que te hacen reír, no se hacen rollo por nada y son sinceros. Si los hay, sólo que uno ve lo que quiere ver. 

Comentarios

  1. gracias! es muy raro ver una entrada pro-hombres, así que tan solo por la diferencia eso habla bien de vos... hay de todo no? el problema es que el padre es el que marca la personalidad de los hijos, en el 90% de los casos es así, soy un convencido de eso aunque tampoco sea bueno jaja...

    madre hay una sola, pero mirá lo importante que puede ser el otro lado.... saludos y gracias de nuevo!!!

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  2. El problema no es el genero, una vez escuche a Ramiro calle un estudioso del yoga decir: cuando yo no estoy se acabo el problema...

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