Formas de pagar una cuenta en una cita, feminismo y el reto de "darlo".

Siete opciones para pagar la cuenta durante una cita: 

1. Dice mi amigo, quien es como un Homero Simpson, pero costeño, que hace poco se encontró a dos bollos (mujer bonita, pero también es una comida) limpios. Homero hacía referencia a mujeres bellas que no tenían dinero cuando salieron con él de rumba y que en sus palabras  "le dieron muela" (dar muela: que alguien pague por ti) dice que está mamado de la supuesta independencia de algunas mujeres que ha conocido aquí,  que dicen ser feministas,  pero salen a rumbear con lo del taxi nada más (sólo se asegura el transporte, en caso de que la cita resulte mal) Al final se frustró porque gastó y según él "ninguna se lo aflojó" ( ninguna se acostó con él)

2. A quedó en Creps para un helado con una ex-novia que ahora era una vieja amiga y una completa desconocida.  Cuando terminó la cita la cuenta dió 15 mil pesos. El pensó en pagar porque le parecía chevere hacerlo, pero antes que su mano actuara para sacar el dinero, escuchó la voz de la chica diciendo: "me imagino que vas a pagar la cuenta, ¿cierto?" En ese momento A se frenó en seco y cambió de parecer: "No, cada quien paga lo suyo" dijo y continuó  con una retahíla de cómo ella no podía declararse independiente, feminista si espera que un hombre le pague la cuenta y además lo exija.  La cita no terminó bien y él pagó finalmente la cuenta. 

3. Z llevaba cuatro citas con un chico. El hombre pagaba con total amabilidad todas las cuentas. Un día cualquiera el  anunció que no volverían a salir porque no era justo que el siempre pagara. Al día siguiente, ella sacó la cuenta de cuánto pudo haber gastado él y le mandó el dinero en un sobre. 

4. Amiga alemana en Barranquilla: no le gusta que nadie pague por sus cuentas. 50 / 50 le parece una proporción justa, nadie se enreda y no se hacen compromisos tácitos. No concibe que sea diferente. 

5. Amiga costeña: si un hombre la invita a salir y ella debe pagar la mitad de la cuenta,  queda descartado de inmediato. Se le cataloga como tacaño o que no tiene un interés genuino en tener una relación con ella. 

6. Amigo costeño: afirma que debe invitar porque tiene más probabilidad que ella "se lo de". O sea que tenga sexo con él. 

7. Amiga costeña: "si el tipo invita debe pagar él. Yo estoy en mi casa muy cómoda y si él llama y yo debo moverme sin necesidad sólo por salir con él, es justo que él pague"

8. H salió con J. Se encontraron en el cine y J dijo que no tenía efectivo. Ella pagó las entradas y la crispeta. Era su primera cita.  A H le pareció que el tipo era un tacaño, de esos que dicen que olvidaron la billetera en último momento para no pagar al estilo Alan Harper. Fue descartado. 

¿Somos feministas cuando nos conviene o esto no tiene nada que ver con feminismo? ¿nos hemos vuelto mercaderes del darlo, el mejor postor? ¿Se compra compañía y la ida a la cama pagando cuentas en las citas?

Estas expresiones: "darlo", "¿cuándo me lo das?", "no me lo ha dado", "no se lo doy a cualquiera", "lo da rápidito", "niña, al menos dalo por una cita en El Celler", "pobre man, no se lo has dado", "me dieron muela y no me lo dieron", "yo lo doy cuando yo quiera", "cuando me lo de, me abro", " estás jodida si se lo das a ese man", "no lo des tan pronto", "no joda  se lo di y ni una coca-cola pagó" son tan molestas!! ¿los hombres en una relación sexual no dan nada?

¿Estamos jodidas si lo damos? ¿Nos duele si lo damos y el tipo no te llama al día siguiente? A veces asusta estar metidos en un mundo con tantas normas parecidas a un mercado. El cortejo se reduce a la expectativa de un gesto monetario y algunos hombres se sienten con el poder de manipular las ventajas que la cultura les otorga. Algunos se dan premios al ego porque "alguna se lo dio" y no se hacen mayores preguntas. Como en un documental de esos que ya no hace la National Geographic "el león, persigue a su presa..." 

Repetimos esquemas sin preguntarnos nada más y no damos votos de confianza en el intercambio. Los hombres lo piden, la mujer lo da. Ellos califican, ella no (aunque eso ellos nunca lo saben)  Las relaciones son un dar y recibir constante, la cultura centrada, muchas veces, en la visión masculina, nos entrega la responsabilidad de sólo dar y a ellos la obligación de pedir. Esta mal visto si pedimos, está mal visto si recibimos. 

¿Qué hacemos? ¿Quién debe pagar la cuenta?  ¿Lo seguimos dando  sin pasar factura? ¿Cuándo vale darlo?¿Se trata de darlo?




Comentarios

  1. A mi me encanta el fifty fifty, pero si es bueno que en la primera cita por lo menos el hombre amague que va a pagar todo. Ya con confianza, cada uno paga lo suyo ó el que tenga dinero en su momento. Conocí hombres que sólo salían con chicas en quincena y eso es muy jarto.

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  2. I've always felt very uncomfortable with gifts from men while dating (unless it was books) and while I didn't mind men paying once in a while when I was dating, I offered to pay sometimes too, or to pay 50/50. I wouldn't expect a man to pay, unless it was the first date and maybe not even then. I hate the idea of someone thinking that I owe them something because they gave me a gift or bought me dinner. I always knew from the first meeting if I was willing to sleep with a man or not and if I wasn't, I was very clear and careful to not build false expectations. If said persons got false expectations anyway, I ended it, friendship included. (You can't be friends with someone who expects something of you that you're not prepared to give--there's that word again...) There probably was a time when I wasn't careful enough, but I honestly tried to be. You hit the nail on the head when you asked if men have nothing to give and the truth is that they totally do. It should be give and give with respect from both sides and when it is, the question of who pays becomes moot. Hillary

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  3. uno es un caballero y debe pagar, aunque sea por galantería... luego cuando estás en un relación de verdad tendría que ser todo mas equitativo...

    y eso de entregar bueno jaja, va a gusto de la consumidora ja.... salu2...

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  4. Evolutivamente, si un hombre no tiene vínculos afectivos con una mujer, la ve como potencial semilla-madre, sencillamente; para una mujer, un hombre es como un potencial padre-proveedor. Si ese potencial padre-protector-proveedor no es generoso, es un mal augurio de su futuro. Consejo: hombres paguen en la primera cita!. Sin embargo, creo que la equidad es un buen criterio. Tu das, yo doy. Esas relaciones prosperan a cualquier nivel. El 50/50 es terrible por que hace sentir que si uno de los dos no tiene los medios económicos suficientes para participar de la actividad no tiene valor para participar de la relación. La equidad es dar lo que uno tiene, y en mi caso, desempleada, no tiene mucho que dar en términos monetarios. Ahora, la reciprocidad es dar, y sentir que se recibe. Muchas veces he invitado a hombres, muchas, y lo he pasado super. Todo lo que quería era disfrutar de su compañía y charlar. Ellos también quieren eso. Niñas: si un hombre no es generoso de cualquier manera, su tiempo, una flor, una simple hamburguesa, no se queden, ni po´el put... besos. PD: Dejemos de monetarizar las relaciones. Den lo que les nazca de corazón y ya. Esto va pa todos.

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  5. Entiendo, por los comentarios y testimonios del artículo que en una primera cita sea uno de los dos quien se encargue de pagar, como un gesto de interés, amabilidad o cortesía hacia la otra persona. A partir de aquí en buena lógica (lógica del siglo XXI, claro está), se debe buscar un equilibrio monetario, en consonancia con los tiempos de presunta igualdad que vivimos, y que entonces cada uno pague su cuenta o bien se alternen los pagos.

    Sin embargo, ni los más avanzados en materia de igualdad de género parecen plantearse un escenario que debería ser de lo más natural: que sea la mujer la que invite a salir y pague la primera cuenta si le interesa un hombre. En este país se permite sin mayores problemas que una mujer pueda votar, ser presidenta de una empresa y hasta ministra, pero sigue siendo inadmisible que lleve la iniciativa en relaciones románticas.

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  6. Hola Margarita, hace un tiempo no entraba a tu blog, pero me gusta así para encontrar mas cosas por leer. Hillary en su comentario lo dice muy bien, nosotros también lo damos, para seguir con la palabrita, pero realmente, y aunque parezca fuera de tiempo, no estoy de acuerdo en ese intercambio de sexo sin sentido. Quizás me acusen de romántico pero dormir con una mujer con la cual no me sienta a gusto cuando me despierte y la vea a la cara, con quien no pueda sentarme a desayunar o quizás repetir lo que paso en la oscuridad de la noche, no es mi plan. Y eso de pagar o no, creo que no debe haber una norma que lo determine. Es rico cuando invitas o te invitan sin planearlo, pero quizás las salidas normales en una relación más larga si se pueda establecer un 50/50 por practico. No dejo de sorprenderme al escuchar una niña de 16 años contando como manejan su sexualidad, es como ir a tomarse un café, lo hacen con el que estén esa noche y ya; hace falta el cariño, al menos el sentir atracción no solo física por la otra persona, pasarla rico pero que también quede un recuerdo bonito, no simplemente llevar la cuenta de cuantos o a cuantas se los has dado. Un abrazo y sigue escribiendo, lo disfruto.

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