Llegué a los 40 con Saturno en oposición a venus: congela los ovulos!
El hombre me mira con cara de astrólogo y me dice que Saturno en oposición a Venus me deja sin margen de juego: es tajante en decir que vine a este mundo a liderar causas perdidas entre esas tener una pareja, que no lo intente porque los astros no mienten.
No pensé que fuera Saturno, consideré, tal vez, mi falta de convencionalismo, andar despeinada, mi miedo al compromiso, la pereza de jugar a la cocinita, o la terca idea de no ver Juego de Tronos , Matrix y Star Wars lo que me mantenía alejada de mi pareja, pero si es un planeta y Saturno, se me hace un conflicto estelar.
He atribuido a los astros que me pregunten entonces porqué no me he casado si tengo 40, por qué no tienes hijos, porque no has congelado los óvulos y por qué no tienes "un pelao" para "no quedarte sola niña". Las estrellas siguen conspirando para que yo pregunte: ¿"en dónde están escritas mis fechas de vencimiento? y de momento ni Urano tiene respuesta.
A una estrella fugaz le debo el hecho de tener muchas millas de viaje, tantos paisajes e historias, gente, maletas, amantes, amanticos, días de gitana o de caracol con la casa a cuestas. Fotos, cientos de fotos, una booking list, guías de viaje, muros de Pinterest realizados y restaurantes nuevos por descubrir. El astrólogo fue improvisado y gratis. Hizo su análisis, sin una cita previa. Dice que yo tengo un destino y si, tengo miles de destinos: la Patagonia, Turquía....
En general tenemos afán por el futuro, la sociedad parece tener un plan para todo y etiqueta la felicidad en estados. Los que estamos solteros decimos que no hay momento perfecto para conocerse, y los que son casados con hijos, afirman que han encontrado el amor puro, eterno y verdadero con su familia, hasta que los retoños se van y el nido vacío ya no les parece tan bendecido y afortunado. Lo cierto es que cualquier etapa es buena, con sus días buenos y malos, con todo lo que trae la misma humanidad que nos hace nacer llorando, pero con la capacidad de recoger nuestros propios pedazos y sobras.
Hay tantas formas de felicidad, tantas formas de amar. La imprudencia de estos días hace que la gente te sentencie con frases como " no has sentido el amor verdadero si no eres madre" , "no te quedes sola, ten un hijo", "congela tus ovulos". Hay un reloj social estándar y unas ganas frenéticas de encajar, de hacer parte de una tribu que no se detiene, de tiempos sociales, de pocas preguntas, de miedo.
El astrólogo me dijo que la culpa de mi soledad es de Saturno, lo hizo a modo de profecía que por puro oportunismo, me niego a creer. El destino no está escrito en las estrellas, planetas y constelaciones desde que nacimos...uno lo hace posible. Es otra frase más que se une a la lista de lo que hay que escuchar por estos días cuando el reloj social marca una hora y yo he tomado las manecillas para ir en contra, no por rebeldía, sino por las ganas locas de retrasar el tiempo para seguir viajando o simplemente para descubrir cuál es mi felicidad. Hasta ahora sólo sé que tenemos relojes distintos. Hay que dejar de preguntarle la hora a los demás.
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