"No me salvé de un cáncer para vivir la vida de otros": Lo que se dice en un encuentro de rizados.

Alma tiene el cabello muy corto, luego de una larga transición para sacar todo el aliser químico, acaba de cortar todo el largo para darle permiso a cientos de diminutos espirales que apenas asoman la luz del sol por ese cuero cabelludo que había sido dominado por tóxicos durante años.  Es blanca y muy pálida, apenas puede dibujarse un leve estallido rosado en sus pómulos. Intenta hablar y al tiempo contener su llanto. El conato de lágrima parece no ayudarle a encontrar sus palabras y se esfuerza por vencer el miedo de sollozar en público.

Alma resiste ,y le cuenta a un auditorio repleto y atento, que acaba de renunciar a su trabajo porque le ordenaron peinarse para atender una reunión de padres de familia.  Alma trabajaba como docente en un jardín infantil, en donde al parecer enseñan a todos a verse igual y el mensaje para sus estudiantes, es que todas las mujeres deben tener el pelo liso para verse formales.  Allí, donde se supone aprendemos de las diferencias y el respeto por el otro, es donde más se les exige a las niñas, sobre todo, una forma única de llevar el cabello.

Alma explicó su renuncia con estas palabras:  "Soy una sobreviviente de cáncer de útero. Tengo 25 años y me hicieron una histerectomía total, no puedo tener hijos y trabajaba en un jardín infantil. Lo que resulta para mi una ironía de la vida. Mi lucha ha sido constante por no dejarme vencer por la enfermedad y por la muerte, y me di cuenta que al estar en un lugar en donde no podía ser yo misma no estaba siendo feliz. Yo no me salvé de un cáncer para vivir la vida de otros y renuncié". Sus palabras fueron como una ráfaga que despertó  las lágrimas que ella contenía, aplausos y abrazos de contención para ella. Honramos su historia.

Pensé en lo duro y castrante que debió ser todo ese enfrentamiento. La imaginé luchando en sus sesiones de quimio, y al mismo tiempo, explicándole a su Coordinadora lo que significa su cabello nuevo. La vi intentando no tener miedo a dejar un lugar que parecía seguro.

Y así, en cada encuentro de rizados hay un espacio para la catarsis. En cada conversatorio o charla, los aspectos estéticos pasan a un segundo plano cuando escuchas testimonios como los de Alma, o los de Mar, que discute con sus profesores porque a ella es la única que ordenan recoger el cabello sólo por tenerlo rizado, o los de Fernando, que está cansado de asistir a entrevistas de trabajo en donde los reclutadores consideran que los rizos no son profesionales.

Hemos escuchado historias de hostigamiento, burlas que no sólo vienen de compañeros de colegio, también de docentes y directivos que buscan en el aliser la fórmula mágica de mantener todo en orden.  Hemos seguido con atención relatos de cómo en un trabajo se niega la estética afro y se le dice a la gente que debe alisarse para conseguir un empleo.  También como al interior de las familia las abuelas y las madres, son muchas veces, las más condenatorias de la estética rizada como si fuera una afrenta a la legitimidad que supuestamente entrega un secador con un cepillo.

Se siguen necesitando estos espacios para seguir hablando de lo que molesta, duele y se niega. Es innegable el poder de transformación que tienen las palabras. Cada vez que alguien revela su dolor a través de su voz, ocurre sanación para quien lo dice y para todos los que escuchamos.

Cambiamos la perspectiva desde la escucha, la palabra, el sentir de los demás. Esperamos desde el Colectivo "Yo amo mis Rizos " y de todas las asociaciones que nos acompañan en este proceso, seguir abriendo paso a más relatos y generar más consciencia, sobre todo en los sistemas educativos y familiares, sobre la comprensión de la diferencia y los estereotipos. Tenemos ideas tan fijas frente a casi todo lo que nombramos en el mundo que no podemos concebir otra manera de interpretarnos.

Buscamos que se sigan escuchando esas voces y sobre todo que no sigamos repitiendo patrones y paradigmas caducos. Si podemos reflexionar sobre nosotros mismos, podemos cuidar de los demás. Sigamos hablando, compartiendo, honrando historias y tejiendo  memorias sin dolor.

Aprovecho este post para enumerar algunas frases (que me han dicho)  de mi top de: ¿Por qué no te callas? 

1. Me gusta tu afro. O sea, me gusta tu pelo, no tú. (no tengo explicación para esto)
2. ¿Los piojos no se enredan en ese cabello?(no tengo explicación para esto)
3. ¿Te cabe un casco de moto?(no tengo explicación para esto)
4.  Vas a ir a así a ese matrimonio?  Explicación: El cabello rizado es formal también. Hacerse el blower no significa tener un cabello formal o elegante.
5. Me gusta  sólo cuando lo tienes hidratado. Explicación:  hay muchas texturas de rizos, por lo que el cabello puede alcanzar o tener mucho volumen dependiendo de eso. No está paracudo, puede que su textura sea así.
6.  ¿Puedo tocarlo? ¡ Qué rico se siente! yo pensé que era más tieso. (no tengo explicación para esto)
7. Yo creo que si te alisas consigues un novio (No tengo explicación para esto)

Frases de mi top Sigue Hablando. 

1. Qué cabello tan divino, eso no es pa todo el mundo! se te ve divino a ti !
2. ¡Me encanta!
3. Amo que te ves distinta.
4.  Esta profe tiene un flow.
5. Profe: gracias por enseñarnos el valor de ser distintos.



Comentarios

  1. Eres una mujer admirable. Una de esas lideres que cada niño y niña debe encontrarse en el camino. Seguí empoderando a nuestra comunidad.
    Felicidades.

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  2. Me gustó mucho cómo pones en palabras los sentires y experiences, ojalá siguieras escribiendo!

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