Lo que se va y lo que se queda
Estaba viendo fijamente el balanceo de las olas. No hay un cauce preciso, no siguen un patrón como las gaviotas y se pintan blancas sobre el agua tan fugaces, tan repentinas. Se revuelcan y se convierten en montañas y cuando caen se llegan a parecer a un rio. No soy supersticiosa, pero unos días antes de mi diagnóstico soñé con un fuerte maremoto que arrasaba con todo ¿es posible que me pusieran en aviso? Por los días en que las olas te revuelcan y pierdes la estabilidad, tus pies se despegan de la arena y todo es movimiento. El cuerpo se escurre dentro del agua y piensas ¿qué tan lejos estaré de la orilla? Quedas bajo el agua y ella misma te expulsa hacia arriba. Hasta los mejores nadadores sienten miedo cuando quedan a merced del mar sin faro, recio y torpe a la vez. En ese momento las olas se llevan mucho de ti, te dejan algunas cosas para no perder la fe, un poco de voluntad para que sigas nadando y te restriega de sal para limpiar. Luego de las 15 sesi...