¡Toqué la campana!
Rituales. Sabía que todo el tratamiento había sido un éxito, pero ansiaba tocar la campana. Experimentar este mágico ritual de culminación de las visitas regulares a la clínica y te confirman que no hay rastros de cáncer en tu cuerpo. Ahora estoy en seguimiento cada 3 meses. La sala estaba llena de muchos amigos, mi amado equipo CEDU, colegas de otras oficinas de la universidad, mi familia, mi red de apoyo ahí presente. Interrumpimos la rutina de toda la unidad oncológica con mucho ruido, música, regalos y alegría. Los médicos estaban un poco impacientes con toda la muestra folclórica que llevamos, pero mi corazón estaba feliz y agradecido. Lloré mucho, no podía hablar, las lágrimas cortaban mis palabras y me atragantaba de emoción. Como si estuviera en una película que hace un flashback pude mirar todo eso que pasó. En esa línea de tiempo hay momentos muy duros, la debilidad, perder el norte, abrazarte con el dolor y con la d...