Los comentaristas de foros, o los foros de comentaristas
No he visto nada más inútil y estéril que los comentarios de los lectores de periódicos como el Tiempo.com quienes nunca dicen nada sobre la noticia en cuestión o sobre los personajes aludidos, sino que se dedican a una actividad en línea que yo llamo “sobre comentar”. Es decir, hablar más de lo mismo, insultarse entre sí y/o criticar el comentario del comentario.
Los periódicos se jactan y publicitan las noticias “más comentadas”, pero si hacemos un análisis de contenido de los aportes en los foros, el saldo realmente está en rojo. Las categorías podrían fácilmente ser para clasificar a los que dicen: “muy interesante”, a “los que cazan pelea virtual” porque no tienen con quien hablar personalmente y los que dicen “cualquier cosa”. Son muy pocos los comentarios los que se salvan de aportar algo a la discusión.
Me pregunto entonces, ¿para qué sirven los foros de noticias? ¿Qué nos aportan? Más allá de risas y caritas irónicas por el tono o sarcasmo de algunos comentaristas, realmente no le veo mayor aporte. Son escasos los momentos en los que un debate sobre una noticia logra movilizar o realmente impactar decisiones políticas y esto se debe a que los colombianos, no sabemos expresar nuestras ideas, sin pasar por encima de lo que dice el otro y eso se refleja hasta en la red.
En casos como los del Bolillo Gomez, los comentarios en el Tiempo.com, por ejemplo, estuvieron a reventar, pero cuántos efectivamente eran constructivos? Finalmente, y no seamos ingenuos, le aceptaron la renuncia luego que el patrocinador millonario de la selección de fútbol alzara su voz de protesta y por supuesto después de escuchar la opinión del Presidente de la República al respecto. Antes de esto, ni las pataletas en los comentarios de las noticias sobre el caso, habían causado un eco, simplemente porque las decisiones políticas se toman en otras esferas, en donde el ciudadano de a pie, no tiene injerencia.
Acaso que ha pasado con los comentarios de temas como las chuzadas, Agro Ingreso seguro, falsos positivos, etc.? La verdad, no mucho. Los comentarios en red son efímeros, casi que como el periódico de ayer, duran lo que dura un clic del jefe de redacción o del administrador de contenidos en la web.
Si bien es cierto que internet abrió la ventana de expresión general y hoy en día todo el mundo puede opinar “sin problema” y que ya no tenemos que escribir las famosas cartas al director del diario para expresar nuestra opinión, también es cierto que no estamos preparados para generar opiniones constructivas. Además que los diarios, tampoco dedican esfuerzos, ni tiempo, ni recursos económicos, para preparar a los usuarios para ejercer esta oportunidad de manera sana. Tal vez por esto, los grandes columnistas siguen siendo los que marcan opinión porque sus comentarios son inteligentes, bien escritos y con ese asomo de inteligencia que te deja un buen gusto al paladar. Todos podemos hablar en red, pero no con la misma calidad y elocuencia que tienen muchos.
En estos términos, tal vez, no debamos darle tanta trascendencia a lo que se dice en los foros, al final de cuenta, ¿quién hace algo con esos comentarios? ¿A quién le sirven? ¿A quién se expresa sin costo? ¿Son los comentarios basura cibernética que se queda en los servidores que algún técnico en sistemas tendrá que ir borrando?¿cómo puede hacer un periódico para “formar a comentaristas” como hacen los teatros en la formación de público? ¿Se necesita esta formación?
Este fue mi comentario sobre el comentario, ya puedes usar el "delete”.
Los periódicos se jactan y publicitan las noticias “más comentadas”, pero si hacemos un análisis de contenido de los aportes en los foros, el saldo realmente está en rojo. Las categorías podrían fácilmente ser para clasificar a los que dicen: “muy interesante”, a “los que cazan pelea virtual” porque no tienen con quien hablar personalmente y los que dicen “cualquier cosa”. Son muy pocos los comentarios los que se salvan de aportar algo a la discusión.
Me pregunto entonces, ¿para qué sirven los foros de noticias? ¿Qué nos aportan? Más allá de risas y caritas irónicas por el tono o sarcasmo de algunos comentaristas, realmente no le veo mayor aporte. Son escasos los momentos en los que un debate sobre una noticia logra movilizar o realmente impactar decisiones políticas y esto se debe a que los colombianos, no sabemos expresar nuestras ideas, sin pasar por encima de lo que dice el otro y eso se refleja hasta en la red.
En casos como los del Bolillo Gomez, los comentarios en el Tiempo.com, por ejemplo, estuvieron a reventar, pero cuántos efectivamente eran constructivos? Finalmente, y no seamos ingenuos, le aceptaron la renuncia luego que el patrocinador millonario de la selección de fútbol alzara su voz de protesta y por supuesto después de escuchar la opinión del Presidente de la República al respecto. Antes de esto, ni las pataletas en los comentarios de las noticias sobre el caso, habían causado un eco, simplemente porque las decisiones políticas se toman en otras esferas, en donde el ciudadano de a pie, no tiene injerencia.
Acaso que ha pasado con los comentarios de temas como las chuzadas, Agro Ingreso seguro, falsos positivos, etc.? La verdad, no mucho. Los comentarios en red son efímeros, casi que como el periódico de ayer, duran lo que dura un clic del jefe de redacción o del administrador de contenidos en la web.
Si bien es cierto que internet abrió la ventana de expresión general y hoy en día todo el mundo puede opinar “sin problema” y que ya no tenemos que escribir las famosas cartas al director del diario para expresar nuestra opinión, también es cierto que no estamos preparados para generar opiniones constructivas. Además que los diarios, tampoco dedican esfuerzos, ni tiempo, ni recursos económicos, para preparar a los usuarios para ejercer esta oportunidad de manera sana. Tal vez por esto, los grandes columnistas siguen siendo los que marcan opinión porque sus comentarios son inteligentes, bien escritos y con ese asomo de inteligencia que te deja un buen gusto al paladar. Todos podemos hablar en red, pero no con la misma calidad y elocuencia que tienen muchos.
En estos términos, tal vez, no debamos darle tanta trascendencia a lo que se dice en los foros, al final de cuenta, ¿quién hace algo con esos comentarios? ¿A quién le sirven? ¿A quién se expresa sin costo? ¿Son los comentarios basura cibernética que se queda en los servidores que algún técnico en sistemas tendrá que ir borrando?¿cómo puede hacer un periódico para “formar a comentaristas” como hacen los teatros en la formación de público? ¿Se necesita esta formación?
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