Solteronas

Por ahí me he tropezado con algunas notas de Adolfo Zableh, un periodista que escribe triste y siempre se queja de la vida, el amor, las mujeres, el trabajo, su familia, la calle, el país, la ciudad, el aire, la vida, la muerte, el si, el no, la noche, el día, las nubes, el sol...la lista es larguísima .....entre todas esas notas pesimistas, llenas de humor negro y de su autopsicoanálisis de porqué las relaciones con las mujeres no le prosperan, encontré una nota qué dice  "Menos Yoga y más Folle".  Divertido y al mismo tiempo triste, dice que muchas mujeres (ese muchas, como generalizando) no tenemos un hobby, ni una pasión y que tomamos clases de yoga, por ejemplo, sin sentirlo realmente.

Me gusta cuando dice que muchas se la pasan poniendo su felicidad afuera como cuando se hacen cirugías esperando sentirse mejor consigo mismas, que no tienen vida propia, sino que viven en función de los hombres. Sin embargo, no me gusta cuando en sus columnas afirma que las mujeres después de 30 y solteras estamos desesperadas.  Tal vez, el columnista sólo conoce a mujeres que van a clase de yoga por moda, sin pasiones y bastante dependientes. Tal vez, le falte conocer a las mujeres bravas que describe Hector Abad. Ver: Elogio de la Mujer Brava

Muchos son los mensajes que  indican que ser soltera después de los 30 es un gran problema y es ocasionado porque somos aburridas o demasiado exigentes. La responsabilidad siempre es nuestra.  Nadie comenta que son épocas de desencuentros, donde un gran puñado de hombres se dedica a promover el miedo al compromiso, la era de la confusión. 

Es  la enfermedad del siglo:  la confusión masculina, por si o por no, pero siempre están sin saber qué hacer. También hay mucha fantasía por ahí asociada a eso ser soltera en estos días.  Es una mirada de los cuentos del pasado, la hermana que no se casaba "se quedaba para vestir santos" usaba trajes de flores, nunca salía de casa y además no tiraba con nadie, pero bueno, todos  sabemos que vivimos solterías bastante lejanas del cliché, en lo único en que nos parecemos, es que la época parece la misma, pese a que supuestamente ahora somos más modernos, más pro, puro cuento, todavía nos llaman solteronas.


La gente te juzga porque tienes un problema serio al no haberte casado,  pero ve con buenos ojos  que una mujer que se acerque a los 40 y sea soltera tenga por pareja a un idiota, a un casado, a lo que sea, "pobrecita, al menos alguien cargó con ella", pero critica y duro, a quienes deciden estar solas y felices.  Insisto tener pareja y tener hijos está sobrevalorado..nada es bueno o malo, son circunstancias de la vida, nadie tendría por qué mirarte con lástima porque no tienes esposo o decir que no has conocido el amor verdadero porque no tienes hijos. Tampoco deberían hacerte bromas sobre que estás "falta de sexo" o "falta de verga" para decirlo en costeñol , o afirmar, cuando estás de mal genio, que "eso es por la falta de marido", como si las gente casada estuviera por ahí de muy buen humor y teniendo sexo todos los días.

Mientras tanto, las llamadas solteronas de esta épocas buscamos pasiones como los viajes, las lecturas, el yoga, aunque el columnista de la Copa del Burro no lo crea  y también tenemos amantes, de esos con fecha de caducidad, pero que no podrían ser compañeros permanentes. 

Ojalá los hombres nos ayudaran un poco a vencer esas ideas preconcebidas con respecto a la soltería femenina después de los 30, sin embargo, lo veo difícil.  Hay mucho convencionalismo  o si no, mire cuántos hombres por ejemplo, ingresan a clase de yoga, rumba o zumba. Los invitan y dicen que "eso es de maricas". En esos las mujeres somos afortunadas, podemos elegir pasiones sin pensar en lo qué dirán. 

Es verdad que a veces, elegimos hobbys por otros, a veces, sólo hacemos cosas porque nos sentimos amadas. Empiezas a salir con alguien y te da por el deporte, la ropa nueva, la lipo, cambio de look, ordenas tu cuarto, lavas tu ropa, ¿por qué hacer las cosas por otro y no por ti mismo? Tal vez, porque consideramos que estar solo es un serio problema por resolver y porqué nos enseñan a que sin "esa mitad" somos nadie, entonces desesperas y no disfrutas la soledad como una etapa de la vida que no tiene condiciones, ni plazos. 

Ver: Elogio de la Mujer Brava