Ahora soy sobreviviente...todos lo somos...

 Cuando la enfermera sacó el último catéter de mi brazo izquierdo, no pude evitar llorar.  Mi camino había terminado, el desierto que estaba transitando, esa gran ola, esa montaña que se veía muy lejos, llegó al final. Tuve la última inmunoterapia el martes 28 de mayo. Estaba sobresaltada, tanto, que empecé con una fuerte gripa.

El pelo ha comenzado a asomarse en distintas direcciones y no sé bien qué rumbo va a tomar, las marcas en la piel encuentran nuevas formas de camuflarse y mis hormonas no sé donde están. A partir de ahora me llaman sobreviviente. De algún modo, todos los somos, abrimos los ojos al amanecer y hemos vencido a la muerte una y otra vez, nos hemos levantado del desamor, del desprecio, de la violencia de los otros, y alguna vez también transitamos dolor.  A todos nos pasa que queremos batallar contra todo eso que no queremos aceptar, pero que hace parte de esta vida super incomprensible.

Una amiga me dice que siga revisando el tema de los afectos; hice cartas a mis ex y las he roto (no podría enviarlas)  también recordé a los que me han hecho ghosting y que por divinas razones no se quedaron.  En el fondo cuando se van sin despedirse o sin cerrar, también te dejan mil razones de lo inconveniente que era.  Hay gente que no es para ti y tu no eres para todo mundo. Es la propiedad transitiva del amor, decía un amigo borracho : "quieres a quien no te quiere" y así se repite.

Muchos dicen que el ghosting es de ahora con las redes, pero siempre he escuchado esta historia de que fueron por la leche o los cigarrillos y no regresaron.  En todas las épocas hemos sufrido de negligencia afectiva y diarrea mental, eso no es nuevo. Lo nuevo es que lo hacemos con el celular. 

 Hacer todo ese inventario es interesante: la gente que no hace esfuerzos por verte, aquellos que se pierden en la orilla, o esos que se callan todo. Limpié, perdoné, solté. Me quedé quieta, no insistí más en lugares estériles.  Estoy pensando mucho sobre la reciprocidad, el dar y el recibir, en qué invierte uno tiempo. Esto es limpiar el armario a tope!  Servirá para el no cáncer? no lo sé, hay gente muy equilibrada que también enferma, pero el ejercicio ha sido maravilloso. 

Puedo estar más ligera, alejada del drama o problemas personales de otros, asumiendo la soledad desde otro lugar más amoroso,  dejando espacio para otras cosas más diáfanas. Ahora me alejo rápidamente de compromisos que no quiero, de las responsabilidades de otros, escojo mejor en qué invierto tiempo y energía...me doy otros permisos, otras pausas.  Nada podría ser tan complejo como esto que viví. De esto, pienso se trata el ser sobreviviente.

Todos estamos cerca de la muerte, ojalá ese recordatorio de humildad nos permitiera aprender a despedirnos, a  mejorar, a no repetir patrones,  a calmarnos, a ver la vida llena de cambios, sin embargo, no es suficiente. Somos las mismas vasijas, a veces llenas, a veces vacías.

He olvidado un poco que sueños tenía cuando todo esto comenzó. Ha empezado ese periodo de buscar adentro lo que viene para mí.  

Gané una batalla que parecía perdida. No sabía que era tan fuerte, tan paciente, tan decidida, tan brava. Ahora me siento como esa estela que queda en el cielo. No tiene mucho soporte aún, se podría desvanecer, pero se siente firme, cuando la ven toma múltiples formas y colores. Sobrevivió a la lluvia, gracias por eso.