No más mujeres de cuento de hadas!

Qué vaina con los hombres. Si eres muy bonita es un problema, si eres fea que también. Si quieres sólo sexo, dicen que si, pero luego no están disponibles, porque tienen el ego tan grande, que piensan que uno se pega con la repetición o simplemente no les da la gana. Si quieres algo serio, qué tampoco, porque no están preparados - todo va muy rápido te dicen - pero a la semana se cuadran con otra que no es mejor que tu. Si eres inteligente y autosuficiente, que conflicto,si eres bruta, que tampoco.

Es difícil comprender la naturaleza masculina de estos tiempos, nada les cuadra, nadie se les ajusta. El tema es que siguen siendo el centro y pese a eso se quejan, por ejemplo, una mujer soltera mayor de 30 "está quedada", pero un hombre a esa edad es "un soltero interesante". Si un hombre mayor sale con una mujer super joven es "un hombre que tiene la crisis de los 40". Si una mujer sale con un chico menor es " una zorra a quien le están sacando la platica".

Los hombres se quejan que el condón les ahorca - ya saben que - pero es ella la que tiene que tomar pastillas anticonceptivas, con todo lo que eso implica. Ellos lloran con un examen que se tienen que hacer después de los 40 y nosotras nos aguantamos una citología, al menos, dos veces por año. Los hombres lloran con una gripa y las mujeres soportamos cambios hormonales y cólicos menstruales, sin contar, con todo lo que tienen que soportar las que deciden ser madres.

A pesar de eso, hay muchas mujeres que no exigen respeto. Se conforman con lo primero que aparece, él que llega, sea como sea, eso les tocó. Mi teoría es que la autoestima de muchas mujeres tarda mucho en fortalecerse, tal vez, porque en la cultura pulula la idea que ser macho es mejor; a los niños se les premia por masturbarse, por tener su primera relación sexual y hasta por tomarse sus primeras cervezas.Mientras a las mujeres se les castiga si se tocan, se miran o comienzan su vida sexual..."Cuidado se lo vas a dar a cualquiera, tienes que guardarte para un hombre que te merezca", eso dicen tus abuelas, mientras a los hombres de la casa le dicen: "ya te comiste a la peladita de enfrente, esa pelaita está caída"...frases de mujeres, porque lamentablemente gran parte del machismo se reproduce en manos de las madres. A la mujer se le pide que espere, al hombre que se apure.

La cultura te vende cuentos en donde la mujer es pasiva; espera a que el hombre le devuelva la vida con un beso, aquella que espera que sea él quien la rescate de la torre en donde ha sido encarcelada, el príncipe con el que "llegarás a ser alguien", aquel que te escoge entre miles.

Les recomiendo entonces este cuento : "La Cenicienta que no quería comer perdices" relatos diferentes en los que las mujeres dejamos de esperar a que un hombre nos reivindique, para más bien pensar en que son una excelente compañía cuando dejan de exigir y se comprometen a amar....si no es posible, mejor dar gracias por la soltería.

Comentarios

  1. Margarita te felicito. Expresas realidades de forma directa, sutil y placentera. Lo más curioso frente a tu artículo es que a las mujeres nos gusta seguir estos estereotipos y queremos seguir siendo salvadas (no se de que).

    Conozco mujeres fuertes, muy inteligentes, emprendedoras, sin dejar de ser femeninas y mujeres, pero frente a los hombres o sus maridos se muestran como una gelatina, como una princesa de cuento de hadas que espera que su príncipe le solucione la vida para afianzar su virilidad, y se muestre fuerte protector... hombre. No se en que momento ser independiente y tener fortaleza se convirtió en una amenaza para el sexo opuesto, esto no se trata de una competencia, sino de complementarse y compartir experiencias de vida, sentimientos, amor? Es casi tan absurdo como pretender que un hombre no pueda ser sensible o no pueda llorar...

    Últimamente escucho a muchos hombres quejarse de que las mujeres no los dejamos ser libres y ser ellos mismos, y por eso le huyen al compromiso (o eso dicen) cuando en realidad es cosa de pareja, y de no anularse mutuamente en el afán de pretender ser la pareja perfecta, cuando en realidad terminan siendo perfectamente desconocidos e intolerantes.

    No se trata tampoco de echarse a la pena y negarse al amor, pero mientras aparece el chico que no se sienta intimidado por una mujer que piensa, ni que le tenga miedo a sentirse atado (porque no cargo lazo), disfruto la soledad, la y doy gracias por la soltería.

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