Vender la casa por una película

Gracias a Dios nunca se me dio por querer hacer cine, porque me gusta hacer lo que me propongo, entonces creo que hubiera hecho hasta pa mico y eso hubiera sido muy desgastante. Es agotador en este país de tuertos, con una industria insípida que se repite tanto como el cine gringo, y que habla de cine independiente contando historias que cualquiera que no sea colombiano puede hacer ¿Existe eso de cine colombiano?

En una época jugué a la escritora de guiones, pero la cosa no resultó bien. En los talleres con profesores famosos, sobre cómo escribir para televisión, te plagian las ideas en segundos. Los expertos tienen esa habilidad de armar un hilo argumental con una frase, así que la verdad, aprendí cultura general, conocí gente muy bacana y me divertí mucho, pero al final, tenía que pagar el Icetex.

Luego, no sé, perdí el impulso, o me dio mamera, o simplemente lo que hago ahora me encontró a mi en medio de pretenciones peliculeras. Me hice otra película con el rollo de los Estudios Culturales en la Nacional y luego la vocación de docente que hay en mi, afloró de tal manera que resulté haciendo guiones, pero para vídeos educativos y eso me apasiona.

Los materiales educativos tienen otra fuerza, corta vida y una "inmensa minoría" por público, pero tienen otra lógica; una intención que sacude el aula de clase y eso es un privilegio.

Eso de hacer una película en este país, con ideas, más no con plata, eso es como cocinar, super ingrato. Entonces escuchas a estas personas decir que hipotecaron la casa para producir la película o que llevan años buscando patrocinio y nada que sale. Luego la peli la ven pocas personas y ya..como el periódico de ayer, entonces te quedó el aprendizaje, las cuentas por pagar y el ego arriba porque eres artista.

Pero es la moda, eso y estudiar organizacional o un MBA. El mundo se llenó de regaatoneros, poetas, cineastas, cantantes de lo fácil, relacionistas públicos y hasta de organizadores. No hay un estudiante de comunicación que no te diga que quiere ser editor, cineasta, documentalista o periodista deportivo ¿Tendremos tanto sueños comunes? ¿de qué dependen estas ideas fijas?

Sin duda, a veces es mejor que el destino busque por ti.