y llegó el implante....piel: recuerda ser valiente

El quirófano es ese lugar lleno de ausencia, frio en esencia, en donde alguien que no conoces bien, meterá las manos en tu cuerpo.  El médico uno te duerme, te desconecta por completo del momento presente, te derrumba y sueñas sin recuerdo alguno y despiertas al día siguiente: "operada". Los demás esperan el sueño sin dolor para hacer su trabajo. En este caso, dos médicos - primero un mastólogo  y luego una cirujana plástica reconstructiva - se vuelven dueños de tu cuerpo por unas horas, toman decisiones sobre tu existencia y sólo puedes entregarte a ese momento sin vacilar. Por eso pienso que si bien cientos de estudiantes de medicina se titulan, no todos pueden ejercer, porque después de todo lo que vivido, debo decir que ser  un buen médico es un don. He tenido la fortuna de contar con los mejores. 

Llegó el implante, en el espacio vacío se impuso una nueva estética inesperada, intrusa. No es mi seno natural, pero esa herida de guerra también indica que estoy más cerca de estar sana. Hay muchas formas, texturas, alguien te reconstruye por fuera y también lo hace por dentro. 

La primera vez que el implante y yo  nos vimos al espejo,  solo vi la inflamación, aún falta mucho para ver los resultados definitivos. Es momentáneo, ya llegará el  instante de admirar la realidad, y si, no es igual, nunca lo será, pero lo vi bonito, lo vi maravilloso. Dejé salir lágrimas tal vez de confusión, de miedo, y una amiga me dijo: "estás viva, es lo importante" ¿Cómo no podría ser perfecto?

Admiro muchísimo a quienes se hacen estas cirugías por razones estéticas y no médicas. El postoperatorio es doloroso, delegar la vida en otras manos, el ajedrez de la vida....¿Llegar ahí por tu voluntad? valientes!  Yo creo que esto se trata de hacerte las preguntas correctas todo el tiempo.  No puedo juzgar, ni comparar, estoy aprendiendo, tal vez, a relativizar, a poder ver las razones de los demás desde otra mirada. Cada quien escoge las batallas que quiere dar.  


No es tiempo de lamentar lo que se fue, es momento de celebrar lo que llegó ¿Duele? si. La piel apenas se está enterando de lo qué pasó, llegó dormida, se quedó entre anestesias y visiones borrosas, se dejó abrir para sanar. La piel aprende a ser valiente, dibuja las cicatrices que te recuerdan que vas ganando.



Comentarios

  1. Recorro tu experiencia como si estuviera allí. 💪🥰

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  2. Es de valientes cada día vivir y agradecer la magia de estar vivas!! Un abrazo amiga guerrera!!

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