¿Por qué diciembre es triste?

Seguramente te haz pasado todo el año dando regalos materiales o espirituales como tiempo o cuidados; sin embargo, llegó diciembre, no tienes plata y te derrumbas por “no poder” suplir la demanda social de comprar y regalar muchas cosas.  También, llegó diciembre y empiezan los "balances" y listas de chequeo, como si la vida fuera solo pendientes por hacer.  Se acumulan los pesares: no hice aquello, no hice lo otro. Mucha gente se deprime en diciembre, la nostalgia se apodera de los árboles navideños y dejamos de vivir el presente. 

Siempre me ha parecido que diciembre es una temporada muy comercial. El sentido de la fecha religiosa se pierde y el ego se asoma señalando que "faltó tiempo", "que no somos suficientes", "qué deberíamos estar en otro lugar". Hay muchas cosas que tienen que ver con el marketing:  todo debe pasar en diciembre: "Amar y ojalá con muchos regalos",  "viajar y ojalá a un destino caro".  

A todos nos pasan situaciones en todos los meses del año, pero solo recordamos que tuvimos tal pérdida en navidad y en año nuevo,  y si, ¿eso no existiera?  Si miramos en detalle el asunto, ni siquiera sabemos si realmente diciembre es el mes en que ocurrió la navidad. Para el mundo cristiano es una convención, pero hay muchas culturas y religiones en donde la vida sigue normal en este mes ¿ Por qué escogemos este mes como el final del año? ¿Podríamos tener un calendario personal? ¿Cuándo empiezan y terminan tus años? ¿ Por qué debemos estar en la línea de tiempo de otros?

 A veces tenemos que re-significar los momentos. Pensarlos desde otro lugar, nos agobiamos innecesariamente, dejamos de vivir en gozo y alegría porque empezamos a ver todo desde lo externo.  Ahora, no todo se puede re-significar, hay realidades a las que nunca vamos a poder ver de otra manera. Son lo que son, un dolor de muela constante.  Cada persona tiene en su maleta aquello que puede renombrar, algunas cosas que puede ocultar, otras que puede intercambiar y un par que cargará a donde vaya. 

No podemos olvidarnos de la opción que tenemos de elegir cómo pensar sobre algo. Es complejo, a veces solo estamos parados en medio de la batalla, sintiendo que no vamos a ganar la pelea y cuesta darle la vuelta a una idea aplastante.  Mi Maestro espiritual dice que la mente podrían ser cientos de elefantes tirando de ti. 

Ya saben que este año me revolcó la ola.  No me metí en este rollo "balance de diciembre" y decidí pensar:  "no estuve enferma, me salvé de un cáncer".
Solo puedo decir gracias por todo lo que tuve en medio de la prueba.


Libro recomendado para este tipo de ejercicios: 

Amar lo que es. Byron Katie. 

Comentarios

  1. Muy cierto. Se percibe está época como muy comercial. Con los años también la he resignificado, es más la oportunidad de encontrarse con la gente sin tener que estrenar ropa o dar regalos.

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  2. Pues parte bonita de la vida misma son las experiencias personales y es bien verraco cuando nos sacude una ola. Decisión propia es masticar todo aquello que nos deje esa vivencia. Para cada uno será diferente. Tu eras eres y me atrevo a asegurar que serás un maravilloso ser humano, una amiga hermosa que nos ha permitido tratar de nadar en esa ola

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