Cantantes de Metro
Madrid, Mayo de 2008
Diez segundos, una hora, o más. Eso puede durar un rayo de luz en el metro de Madrid. Eso depende si decide quedarse a escuchar la música del grupo ALuz, o si deja pasar de largo las melodías que contonean por los oscuros pasillos del metro.
Si es de los que se queda y va a paso lento, podrá encontrarse de lunes a viernes con esa luz en las voces de Alex Bello y Leandro Motta. Dosbrasileños, algo errantes, algo viajeros, que desde hace cuatro meses dan “pinceladas” de su música en la Estación Alonso Martínez del Metro de Madrid.
Hace más de un año que dejaron Petrópolis, una ciudad cerca de Río de Janeiro para explorar en Inglaterra nuevos horizontes. De esa época tienen buenos recuerdos, mucha música y buenos amigos. Aprendieron inglés y trabajaron en lo que pudieron. También conocieron de cerca la realidad de los inmigrantes y lo duro que resulta trabajar largas jornadas con sueldos que alcanzan sólo para sobrevivir con lo mínimo; Pocas horas de descanso y nada de incentivos para el alma. De ahí que decidieran cambiar de país y radicarse en España para sólo hacer música.
Alex y Leandro físicamente no se parecen en nada, pero cuándo hablan dejan entrever que son más que compañeros de viaje. Son hermanos, amigos, de esos que se conocen de siempre, de esos que se saben el uno al otro. Los une también, una historia de vida marcada por la música, la pasión por componer e interpretar y la sonrisa que indica que cada día buscan llegar a ese público heterogéneo que pasa buscando un vagón, tomando un rumbo.
Leandro siente mucha felicidad en el metro: “muchas personas de todo el mundo escuchan nuestra música. Me siento honrado de saber que puedo hacer parte de la vida de cada una de las que pasa por ahí, así sea por 10 segundos”, dice. Alex coincide en que son espíritus libres que cantan sobre sus sueños, la libertad o el amor.
De ese primer día tratando de ubicarse en el metro, recuerdan que no sabían donde tocar. Hasta que vieron un buen pedacito con buena energíaque los cobijó con respeto, les dio buena acústica y les daba una gran vista para el aforo que necesitan.
Sin embargo, puede que alguna mañana el violín o la flauta les ganen el puesto y tengan que moverse a otra estación. Pero nada de eso es obstáculo para lo que hacen. Tal como dice Alex: “se trata de derrumbar una muralla”. Lo que no les queda difícil. Los dos saben el significado de las puertas abiertas, de los muros que se caen para dejar ser, así que planean grabar su CD profesional y seguir divulgando su mensaje, cargado, como dicen ellos, de buena vibra.
La misma que dejan cada día durante 8 horas de extenuantes jornadas en cada una de las personas que pasa por ese rinconcito. Leandro, recuerda por ejemplo, a ese chico español que les dijo que todo el día había estado con su música en la cabeza. Esa frase fue recibida con mucho agradecimiento, así como los guiños de ojo de las chicas que les coquetean y se dejan seducir un poco por los versos en portugués o en inglés que sueltan con cierta sutileza de autor que ha compuesto la canción para que otros también la disfruten.
Todo hace parte del juego de dar su música y un poquito de cada uno, por algo son A Luz y la luz a todos nos llega. El nombre surgió luego de una concentración del Santo Daime en Londres. Desde ese momento sintieron la conexión con la espiritualidad que les inquieta, y decidieron seguir el destino musical que se escriben a diario en los oscuros recovecos del Metro.
Como le digo, depende de la prisa que lleve…la luz puede durar diez segundos, una hora, o más…
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