Enfrentar el diágnóstico negativo, los pronósticos positivos...
Todo pasó muy rápido. A comienzos de febrero de 2023 - de manera milagrosa - porque esto suele ser muy silencioso. Empecé a sentir mucho dolor en el seno derecho. Pensé que estaba inflamada por un tema hormonal, que me había golpeado en el gimnasio, que había hecho alguna postura mal en la clases de Yoga. Mi cuerpo estaba hablando de manera contundente: algo no estaba bien. La piel se sentía rígida, el pezón estaba contraído y sentía mucho calor. Pensé: fuí afortunada al sentir ese dolor.
He sido muy diligente con mis visitas a la ginecóloga. Cada año, sin falta, hago mis controles y mi fecha de control era octubre de 2023. Sin embargo, con este dolor, adelanté la cita.
A partir de ahí, todo derivó en ecografías, mamografías, citas médicas, pruebas y más pruebas, biopsias y un diagnóstico de cáncer de mama triple positivo estado III. En tres semanas mi vida cambió, un viaje a Europa quedó pospuesto, una lista de planes en suspenso y mi vida en este año tendrá por escenario un centro médico oncológico.
Desde que supe el diagnóstico tengo los ojos puestos en la vida. El miedo a la muerte que suele acecharnos no era la emoción más fuerte. Tenía mucho miedo a transitar el dolor y la incomodidad de un tratamiento que no conocía, más que por películas o casos cercanos. La anticipación me quemaba el estómago y todo el tiempo antes de la primera quimioterapia sentía un vacío como cuando te subes a una montaña rusa o estás en la punta de una montaña y miras de reojo hacía abajo.
Cuando escuchas la palabra cáncer, piensas en muerte y hoy la ciencia ha avanzado tanto que estos casos en particular, han mejorado su tasa de éxito : pronósticos buenos, bendiciones en medio de la prueba. No quisieras pasar por esto, a veces me despierto pensando qué es un sueño, que en realidad no está ocurriendo. Es más difícil permanecer en el "aquí y en el ahora", mi mente se va con mucha facilidad hacía el futuro, vacila, duda, anticipa escenarios.
Sin embargo, nada de la que mi mente llena de marañas planeó, ha pasado. No ha sido fácil, pero he transitado los malestares con benevolencia, he dado las gracias cuando me siento cansada, o débil y estoy aprendiendo a escuchar lo que mi cuerpo quiere decirme en cada instancia del tratamiento. Los malestares de los 3 primeros días después de cada sesión son los más retadores; el estómago, el temblor, el cuerpo se siente embotado, lleno de medicinas, inestable. Para alguien que no toma ni aspirinas cuando le duele la cabeza, ha sido enfrentar sensaciones nuevas todo el tiempo: me encuentro transitando un país nuevo.
¿El miedo se ha ido? no, antes de la sesión de quimio se me afloja el estómago y me da vértigo, pero llego ahí con la mejor actitud. Mi madre y mi tía me acompañan y mi madre inicia con una de sus oraciones preciosas, yo cierro los ojos, rezo, rezo a mi manera e imagino que todo lo que entra por mi cuerpo solo ataca a las células “chuequitas” y el resto de mi queda blindado y protegido. A abril de 2023 voy por el segundo ciclo!
Son casi 5 horas de sueros sanadores como he bautizado cada sesión de quimio. Es como un vuelo a New York, medito, veo series, hablamos y he aprendido con mi tía sobre las novelas turcas que duran un montón. He recibido amor, cuidado y protección de toda la red de apoyo que ora por mi. Hasta mis amigos ateos me escriben diciendo:”pensé en ti”, “ vas a estar bien”. y agradezco esos rezos sin religión, pero que llegan al alma.
Tengo una red de apoyo maravillosa! mis amigos, mi sicóloga, son increíbles! son mis ángeles!! toda mi familia me arropa y mi equipo de trabajo ha estado ahí para mi. Los médicos proponen que debo seguir mi vida normal, ir al trabajo, estar activa. En la Universidad en donde trabajo, me han brindado todo el respaldo, y nos hemos organizado para tener más apoyo en mis tareas porque me siento más cansada. Recién empezaba a liderar el proyecto de virtualidad de la U, así que también fue duro enfrentar cambios en mi forma de trabajar, pero lo estamos haciendo bien. Hago parte de un equipo amoroso y cuidador y eso me hace sentir muy fuerte.
Llevar la vida "normal" es todo
un desafío, debo usar tapabocas todo el tiempo y cuidarme de gripas,
personas enfermas, infecciones, limitar las aglomeraciones, abrazos y
besos ¡Me encantan los abrazos! pero mi sistema inmune está dando la
pelea y las defensas suelen bajar. Hago más trabajo remoto y tengo clases en
línea, y debo explicar a quienes me saludan que mejor nos damos el
codo. (-hay personas que no lo entienden, en un nuevo post les
contaré sobre las reacciones)
Los ojos en la vida si, en 6 ciclos de sueritos sanadores (quimio), una cirugía, que aún no se sabe si será con reconstrucción mamaria o no, algo de radioterapia, algunos medicamento más…un camino largo que andar.
Mi calendario está marcado por 21 días, es otoño, las hojas caen, así me siento.
Cada palabra toca fibras. Eres fuerte y valiente.
ResponderEliminarLo que creemos que es lo peor que nos puede pasar resulta siendo lo mejor! Tenemos una vida con propósito y nuestra misión de vida está marcada desde que somos célula, eres una mujer maravillosa, fuerte y con una sensibilidad increíble. La mejor energía para ti, sana estás y así lo creo 👏🏻
ResponderEliminarDeclaró sanidad en tu cuerpo en el nombre de Jesús , se pudre todo yugo de cancer…. Dios es nuestro médico por excelencia , .. bendiciones y mucha fortaleza 🙌🙌
ResponderEliminarTe amo hermana !! Mi valiente ejemplo !!
ResponderEliminarTe admiro mucho Edna, Dios contigo
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